El juzgado federal de La Plata a cargo de Ernesto Kreplak ordenó allanar la Clínica Vélez Sársfield de la ciudad de Córdoba en busca del historial médico de los pacientes internados allí desde el 1 de abril hasta el viernes 8 de agosto.
La decisión se tomó porque la dirección del establecimiento no respondió a los requerimientos del Jugado Federal en lo Criminal y Correccional N° 3, para que les envíen la documentación completa y no solo de los cuatro pacientes —uno de ellos fallecidos— que el instituto privado decidió dar a conocer como infectados con el fentanilo de uso clínico, del laboratorio HLB Pharma Group SA a los que se los trató con ampollas del Lote 31202 producidas el 18 de diciembre de 2024.
El caso más dramático es el de Giovanni, un bebé que había nacido por cesárea el 26 de abril y transcurrió sus primeras horas de vida sin problemas; sin embargo, hoy lucha por su vida luego de haber recibido una dosis del fármaco adulterado con dos tipos de bacterias: Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii, detectadas tanto en los envases de vidrio color caramelo, como en las muestras de hemocultivos (cultivo microbiológico de sangre).
La decisión del juzgado federal de La Plata no es menor. Evalúan que, al menos hasta el momento, las autoridades de ese efector sanitario no han podido rendir cuenta de las presuntas dosis contaminadas adquiridas y que se supone fueron aplicadas.
Claudio Pereyra Sueldo, director médico de la clínica señalada, detalló que la institución adquirió unas “1.100 ampollas”. Se trata de un número menor a 1.702, una cifra que consta en la documentación oficial que atesora el magistrado. De esa cantidad, siempre según el registro judicial, la centro de salud habría administrado 1.696 dosis y 6 quedarían en stock, preservadas, ya que la ANMAT prohibió su uso a partir del 11 de mayo de 2025. El juzgado quiere conocer exactamente a qué pacientes se les aplicó el fentanilo contaminado —si es que esto sucedió— y cuál es su estado de salud, una inquietud que las autoridades de la clínica no supieron responder.
Para los investigadores existen varias posibilidades:
Que se aplicaron y que la cantidad de pacientes afectados debería ser mayor, con lo cual pasarían a engrosar lo que llaman “lista negra de fallecidos”.
Si se aplicaron, especulan, la cifra de infectados y fallecidos debería ser mayor. El ejemplo es el Hospital Italiano de La Plata. Ese efector compró 10.000 ampollas del lote contaminado y aplicaron unas 3.000. En total enfermaron 18 pacientes y fallecieron 15. Por esa razón se cree que, si en Vélez Sársfield se utilizó toda la medicina menos cuatro aplicaciones, “es muy probable que haya más pacientes muertos por contaminación con fentanilo de HLB Pharma y no solo uno”.
Otra posibilidad es que no se utilizó el medicamento en los pacientes y fueron desviadas al mercado negro.
Por estas razones, Kreplak decidió allanar la institución y que todas las historias clínicas sean remitidas a su despacho para ser analizadas.
Previo a la pesquisa, Pereyra Sueldo explicó : “Nosotros el día 8 de mayo recibimos una notificación de ANMAT expresando que un lote de fentanilo determinado tenía alteraciones en la calidad. Acá la aclaración es importante porque ninguna institución del mundo certifica la calidad de los medicamentos”, sostuvo y abundó: “Inmediatamente, lo que hace la institución es poner en cuarentena toda la medicación, no solo el fentanilo, sino el resto de los medicamentos provistos por ese laboratorio. Lo que hicimos directamente nosotros, fue hacer una investigación días después de todos nuestros cuatro mil pacientes internados que pudieron haber tenido riesgo de ser administrados ese fentanilo”.
“De esos cuatro mil, en cuatro hemos hallado la bacteria que reporta ANMAT. Nosotros como institución hicimos la denuncia correspondiente al ministerio y la denuncia correspondiente a la justicia para tratar de notificar esto que había pasado”, añadió.
Por último, el director médico aseguró que: “De los cuatro pacientes, dos fueron dos pediátricos y dos adultos. Uno es de público conocimiento, que es el neonato que todavía está en la institución. Otro de los pacientes falleció, en el medio tenía un síndrome neoplásico bastante avanzado. Y los otros dos fueron dados de alta sin ninguna secuela y sin ningún problema”.
La lista fue la siguiente: Clínica Privada Santa María SA, Clínica Vélez Sársfield, Sanatorio Mayo Privado SA, Sanatorio Argentino SA, Policlínico Privado San Lucas, Instituto Médico Río Cuarto SA, Sanatorio Parque SA, Sanatorio del Salvador Privado, Sanatorio La Cañada, Clínica Romagosa, Sanatorio Privado del Interior SRL, Sanatorio La Cañada Río Tercero, Sanatorio Aconcagua, Clínica Caraffa, Clínica Colombo, Clínica Especialidades Villa María, Clínica Doctor Gregorio Marañon y Clínica Jesús María.
Según le dijo el magistrado de manera exclusiva a Infobae el viernes pasado, cada una de las ampollas contaminadas, declarado por los efectores sanitarios están preservados y sin uso en unos 200 hospitales, clínicas y sanatorios. Cada una de ellas están inventariadas, salvo que se haya falseado la información y “desviado al mercado negro”. Si bien es poco probable que esto ocurriese, no está descartado. Por esa razón, el juzgado contrastará los remitos de compra con los reportes de aplicación, volcados en los libros y datos clínicos.
Para el juzgado este es “el corazón de la cifra negra” de pacientes fallecidos, que hasta ahora alcanza a 76, pero los investigadores sospechan que el número es más alto. “Esto no llegó al techo, lamentablemente con el correr de los días puede incrementarse el número de víctimas”, avisó el juez.
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