El deporte argentino transita horas decisivas para su recuperación desde el aspecto económico, con la posibilidad de que el Ente Nacional del Alto Rendimiento (Enard) recupere la autonomía de su sistema financiero.
La Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, para ello, emitirá su dictamen la semana próxima y, con la aprobación de la Comisión de Deportes, buscará la media sanción para que el pedido pueda avanzar hacia el Senado. Lo que está en debate es el aporte a través del impuesto del 1% a la telefonía móvil, que se destinaba hacia el Enard. La Ley N° 26.573 -se creó en 2009- fue modificada a fines de 2017, y el presupuesto pasó a depender del Estado.
El recorrido tuvo un momento relevante el martes último, cuando un grupo de atletas fue invitado por la Comisión de Deportes a la de Presupuesto, para que escuchen de su propia voz la importancia de que este reclamo se concrete.
La exregatista Cecilia Carranza fue una de las que protagonizó la reunión, y explico lo que se vivió en el recinto. «Hay un grupo de dirigentes y otro de deportistas muy chico, que están trabajando en el día a día de este tema hace tiempo. Otro sector fuimos a acompañar desde hace un año atrás en la Comisión de Deportes, a exponer y contar de la importancia del Enard. La semana pasada fuimos invitados simplemente a escuchar la argumentación y ver la votación de los diputados, que fue positiva», cuenta.
«Esta semana -continúa Carranza- la Comisión de Deportes nos invitó a la Comisión de Presupuesto, para que ellos escuchen porqué para nosotros es importante que el Enard recupere su autonomía económica. Sobre todo por lo que nos dio el Enard, y lo que no nos está pudiendo dar hoy. La idea era que cada deportista que fue elegido para exponer ese día diga la verdad y con naturalidad, cuál fue su historia con respecto al Enard».
Los que también estuvieron presentes fueron José «Maligno» Torres Gil (vía zoom), Juan Curuchet, Walter Pérez, Milka Kraljev, Federico Gil, Germán Chiaraviglio, María Julia Garisoain y Facundo Conte.
La transcendencia del Enard
Carranza le dijo a este diario que algunos de los que estuvieron en la reunión son «una mezcla de la situación que se tenía antes, durante y después del Enard. Yo viví las tres etapas, y sé muy bien todo lo que mejoró y dignificó mi carrera deportiva el Enard. Hay otros, como por ejemplo Juan Curuchet, que sólo estuvo previo al Enard. Ellos puntualmente pudieron contar muy bien que nunca estuvieron de igual a igual, y que cuando lograron los resultados -el exciclista obtuvo la medalla de oro en los Juegos de Beijing 2008– que lograron fue gracias a que cierta gente de diferentes lugares del mundo les brindó las herramientas para poder competir».
La ganadora del primer puesto en los Juegos de Río de Janeiro 2016, junto a Santiago Lange, en la clase Nacra 17, considera que «no hay motivos para votar en contra, ya que es una ley que va a acompañar que Argentina pueda invertir en deporte. Eso significa invertir en salud, invertir en educación, e invertir en la marca país. Implica también sacar a la sociedad de los vicios tradicionales y de los vicios más modernos, como pueden ser pasar el tiempo con el teléfono o con las tablets. Eso es algo muy positivo, y al Estado no le cuesta nada».
La ley fue modificada, y no es la original que se votó en el año 2009. La misma tiene actualizaciones que la hacen más federal. «Una siendo una deportista del interior (Rosario) lo valora mucha, debido a que ser deportista del interior es un doble mérito. A los del interior nadie les paga un plus por desarraigo, o para comprar un pasaje de micro, avión o remís para visitar a su familia. Lo tienen que sacar del mismo presupuesto que le dan al deportista de Buenos Aires», aclara ella.
-¿Cómo es la situación actual del organismo?
-El Enard el mes que viene no tiene plata para su funcionamiento. El presupuesto es el más bajo de la región, de un poco menos de 14 millones de dólares por año. De ese monto, primero hay que hacerse cargo de los gastos fijos del Enard, las becas para deportistas y entrenadores, y después están los viajes a las competencias, los campus de entrenamiento. Cuando te quedás sin plata y hay que afinar la punta del lápiz, hay que decirle a muchos que no hay recursos. Entonces, termina siendo un presupuesto para los que ya llegaron, que no se les puede decir que no, y después queda un vacío en el medio de los que tienen posibilidades de llegar y no tienen los medios.
-¿Y ahí cómo se procede?
-Esos recursos no tienen que ver con habilidades deportivas, con tenacidad, con constancia, con capacidad de superar la frustración y la adversidad del deporte. Esas habilidades tienen que ver con algo extra, que es buscar presupuesto por otro lado, con capacidad de endeudarse sin miedo. Con un montón de cuestiones que no son las labores específicas del deportista, y tal vez no tienen la capacidad de hacer eso.
Cuando estuvo cerca de abandonar todo
La primera participación de Carranza en un Juego Olímpico fue en Beijing 2008, y ella recuerda que en el 2010 pensó en «bajarse de todo, porque el Enard se empezó a sentir en el 2011. No podía creer dónde me había metido. Lo único que hacía era generar deuda, no tenía para comer y estaba de prestada en todos lados. Todo era una locura. Milagrosamente, apareció alguien que me ayudó a buscar sponsors que apostaron por un deporte y una deportista que no eran conocidos, y eso me hizo continuar. Una vez que apareció el Enard todo se estabilizó».
Para Carranza, la aparición del Enard hizo que «haya podido continuar en el deporte, con muchas herramientas que no se tenían. Por eso, escuchar a los deportistas contar sus historias fue muy emocionante, porque ninguno quiere que le pase lo que pasamos a los que vienen atrás. Se me cayeron las lágrimas al escuchar lo que hemos hecho como deportistas argentinos, porque es verdaderamente una hazaña. Las medallas que se ganaron fueron locuras y esfuerzos individuales. Nos tiramos a la pileta con los ojos cerrados sin tener idea si había o no había agua».
La resolución de lo que pueda pasar es central para Carranza, debido a que si los deportistas «no tienen una institución como el Enard presente, llevar la bandera argentina a lo más alto del nivel olímpico quedará para los que puedan, y no para los que quieran y quizás no tengan la habilidad para conseguir los recursos. Con esto no digo que los que han llegado lejos son millonarios, porque hay muchos que llegaron y tal vez consiguieron el dinero golpeando puertas. Y a su vez, entrenan menos que los rivales porque fueron a tocar puertas, y luego les tienen que ganar. Por eso, creo que los deportistas argentinos somos un poco superhéroes».
Los dirigentes que también formaron parte del encuentro fueron Mario Moccia, presidente del Comité Olímpico (COA); José Valladares, presidente del Comité Paralímpico (COPAR); Rodolfo Paverini, presidente de la Confederación Argentina de Deportes (CAD), entre otros.