Racing se enfrentó este martes a Peñarol por los octavos de final de la Copa Libertadores. Con el certamen internacional como la gran prioridad para la Academia, Gustavo Costas se la jugó y le dio la chance a los jugadores que ganaron la Copa Sudamericana. En defensa, Di Césare y Colombo se impusieron como titulares ante Pardo y Rojo. También García Basso. Con Martirena (pidió jugar) desde el inicio, Racing formó con Arias; Di Césare, Sosa, Colombo; Martirena, Nardoni, Almendra, Rojas; Solari, Maravilla Martínez y Vergara.

De arranque nomás quedó claro cómo se iba a jugar este Racing como Peñarol. Y era como se imaginaba en la previa. Sobraron la presión, la fricción y las patadas. Fue la batalla de Montevideo. Llegando a los 20 minutos, Colombo le pegó una patada a Fernández, el 10 de los uruguayos, y lo sacó de la cancha. De a poco se le iba yendo el partido de las manos al brasileño Claus, de pésimo arbitraje. Pasada la media hora, le mostró una insólita roja a Maravilla Martínez y los corazones se frenaron. El 9 quiso tirar un taco de espaldas y le pegó al defensor en la frente. No era roja. Por suerte, el VAR llamó al árbitro y el ex Instituto sólo quedó con una amarilla. De fútbol, poco y nada. La única clara fue un remate al travesaño de Peñarol mientras que Racing un par de veces pisó el área pero las terminó mal. No había espacios para jugar. Eran uno o dos pases y una falta o recuperación de pelota. Lejos, lejísimos, de aquellos partidos de la academia en Brasil por Copa Sudamericana.

En el segundo tiempo las acciones del partido siguieron de la misma manera. Siempre Peñarol se sintió un poco más cómodo que Racing, pero el gol del partido llegó por un error de Arias. Centro, Rojas se durmió y el arquero salió lentísimo. Era la única manera en que se podía romper el cero y llegó con un arquero de la Academia que estuvo dubitativo toda la noche. Fue derrota por la mínima pero la serie está abierta. Racing romper de alguna manera el cerrojo de Peñarol e ir por la clasificación.